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Bienestar

Orina en el embarazo, cambios y señales

Durante el embarazo el cuerpo de la mujer presenta cambios hormonales que producen alteraciones en el funcionamiento habitual del mismo. Uno de ellos, es la orina en el embarazo, cambios en el color de la misma e incontinencia por la presión que el bebé ejerce en la vejiga. La orina es distinta antes y después del parto por lo que es conveniente conocer sus características para poder determinar posibles señales de alerta.

¿Qué cambios hay en la orina durante el embarazo?

Entre los múltiples cambios que experimenta el cuerpo de una mujer embarazada, la incontinencia o la pérdida de pequeñas cantidades de orina, es algo frecuente que afecta a un 40% de las gestantes durante el tercer trimestre de embarazo. La causa reside en que a medida que el bebé va creciendo, el útero se expande y aumenta su presión sobre la vejiga, lo que puede ocasionar episodios de incontinencia o de goteo involuntario. De igual forma, durante el embarazo se desprende un tipo de hormona llamada “relaxina” que relaja los tejidos del cuerpo para que se puedan ir expandiendo conforme crece el bebé, lo que también influye en que el suelo pélvico se vaya estirando, produciendo un menor control de la vejiga por parte de la mujer. Para contrarrestar estos escapes de orina, los especialistas recomiendan realizar ejercicios de Kegel, los cuales consisten en ejercicios de contracción de los músculos pélvicos muy útiles para recuperar el tono muscular y fortalecer la zona.

De igual forma, 80% de las embarazadas presentan cierto grado de dilatación de la pelvis renal y de los uréteres lo cual ocasiona que la mujer tenga nicturia (orinar varias veces por la noche) y polaquiuria o micción frecuente (necesidad de orinar más a menudo).

Ganas constantes de orinar en el embarazo

La nicturia es bastante frecuente en el embarazo ya que durante el día la gestante suele retener líquidos, agua y sodio en las piernas por lo que también, las podrá notar hinchadas. Sin embargo, este líquido es reabsorbido por el cuerpo durante el sueño nocturno, y es por esto que el exceso se elimina por la orina en esas constantes idas al baño durante la noche. Por su parte, la polaquiuria o micción frecuente se produce por el aumento de la presión intravesical y por los efectos compresivos del útero sobre la vejiga.   

Orina en el embarazo, cambios y señales

¿El color de la orina cambia en el embarazo?

Otro de los cambios relacionados con la orinaen el embarazo tienen que ver con el color puesto que, durante los meses de gestación, el flujo sanguíneo renal aumenta hasta en un 75% y la filtración del riñón es un 50% mayor que antes del embarazo, por lo que parámetros como la creatitinina, el ácido úrico y la urea descenderán considerablemente, produciendo cambios en el color de la orina. Así mismo, las variaciones en el color dependen de las vitaminas prenatales y otras medicinas o suplementos de venta libre, de la alimentación y, sobre todo, de la hidratación que se tenga. Entre más hidratado esté el cuerpo, más clara será la orina.

Orina en el embarazo, cambios y señales

Infecciones urinarias en el embarazo

Las infecciones en la vejiga son más comunes durante el embarazo por lo que es importante prestar atención a las características de la orina para prevenir y detectar cualquier anomalía. Si bien el color de la orina puede variar entre distintas tonalidades de amarillo, ámbar, naranja claro o marrón, es importante tener presente que, si la orina en el embarazo es de un amarillo muy oscuro, presenta un olor raro o se tienen deseos de orinar, pero solo se consigue expulsar una pequeña cantidad, puede haber una infección del tracto urinario, la cual requiere de una revisión médica inmediata para evitar posibles complicaciones.

Así, según el color de la orina, se puede tener una noción general del estado de salud de la madre:

Amarillo brillante: es el color habitual de una persona saludable.

Amarillo claro: es muy frecuente en el embarazo debido al aumento de micciones producido por la presión que ejerce el bebé en la vejiga. Al expulsar continuamente la orina, esta se concentra menos y el color es más claro.

Amarillo oscuro: puede producirse por las náuseas y los vómitos frecuentes durante el embarazo, los cuales disminuyen los niveles de hidratación, y por ello se oscurece la orina. Durante la gestación, el cuerpo demanda mayores cantidades de líquido por lo que se debe procurar una hidratación constante. Si la orina adquiere un color marrón puede deberse también a algunos alimentos como verduras o frutas.

Rojo o rojizo: es una señal de una posible infección o una cistitis, por lo que lo más recomendable es acudir directamente a un centro médico. 

La incontinencia urinaria en el postparto

La incontinencia urinaria es uno de los principales motivos de consulta en el postparto, ya que no sólo se trata de una afección fisiológica, sino que también afecta a la mujer en el plano físico, psicológico y social. Esta se produce por la fuerza ejercida durante el parto que ocasiona distensión y debilidad en los músculos del suelo pélvico y puede durar entre 8 y 12 semanas después de dar a luz.

Orina en el embarazo, cambios y señales

También es importante recordar que el puerperio (momento inmediatamente posterior al parto hasta los 35-40 días) es el tiempo que necesita el organismo de la madre para recuperar progresivamente las características que tenía antes de iniciarse el embarazo, por lo que, si no hay complicaciones, la incontinencia irá desapareciendo con los días.

Así pues, podemos clasificar la incontinencia urinaria en diferentes tipos:

Incontinencia urinaria de esfuerzo: la pérdida de orina se produce ante acciones como toser, reír o estornudar. También puede presentarse al caminar, correr o practicar ejercicio de impacto.

Incontinencia urinaria de urgencia: la mujer experimenta una necesidad repentina e intensa de orinar y no es capaz de retenerla antes de llegar al baño. Es ocasionada por la hiperactividad de los músculos de la vejiga que se contraen muy a menudo. Su origen también puede ser neurológico.

Incontinencia urinaria mixta: se produce por la presencia de las dos primeras incontinencias. Es bastante común en el postparto inmediato, unos días después de haber dado a luz.

Incontinencia urinaria por rebosamiento: se producen pequeñas pérdidas de orina de forma constante. La causa reside en que, al orinar, la vejiga no se vacía completamente debido a que su musculatura no se contrae adecuadamente, bien por debilidad muscular, por problemas nerviosos o porque la uretra esté obstruida.

Productos especializados para la incontinencia o el goteo de orina

Como decíamos, la incontinencia urinaria no solo afecta a la madre de manera física sino también psicológica y social.  Sin embargo, se ha comprobado que el mejor tratamiento es su prevención, por lo que es fundamental hacer una evaluación inicial del estado del suelo pélvico en las primeras visitas médicas, así como investigar sobre hábitos y conductas que puedan lesionar (estreñimiento, deportes, obesidad, tos crónica, etc…) para poder implementar un tratamiento preventivo adecuado.

En este sentido, la mejor forma de prevenir la incontinencia urinaria es mediante la realización de ejercicios de entrenamiento de la musculatura del suelo pélvico, como la cinesiterapia, el bio-feed-back o ejercicios de Kegel y la estimulación eléctrica, que se realizarán según el tipo de incontinencia, el estado del periné y el predominio de uno u otro tipo de fibras musculares durante el embarazo y el posparto.

Si se presentan episodios de incontinencia prolongados y problemáticos, lo más importante es tratarlo con naturalidad y hablarlo oportunamente con el médico o el ginecólogo. De igual forma, en Tena contamos con diversas opciones de toallas higiénicas de la línea Discreet que ayudan a retener los escapes de orina, así como ropa interior absorbente que, además de ser un producto de rápida absorción, ayuda a controlar el olor y presenta un diseño cómodo, elegante y atractivo.

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